Nuestra historia comienza en Madrid, cuando los Morales se despiden de sus seres queridos y vecinos, y ponen rumbo a Estados Unidos, como lo hicieron millones de europeos entre finales del siglo XIX y principios del XX.
Su búsqueda de un futuro mejor los llevó hasta San Francisco, donde encontraron la deseada estabilidad y donde echaron raíces.
En 1922 nació Gonzalo, un niño fuerte, apuesto, y con el pelo negro, como lo eran sus padres. Cuando el joven hispano empezó el instituto, en Mission High, ya era un joven atleta que pronto empezó a destacar en el equipo de football, donde se ganó el ser elegido All-City. Tras lo que empezó su carrera universitaria en St. Mary’s.
La Segunda Guerra Mundial interrumpió su educación, y se puso al servicio de la Guardia Costera. Tanto antes de la guerra, como después, Gonzalo Morales destrozó récords de St. Mary’s, y obtuvo grandes reconocimientos, como ser elegido All-Coast o una mención de honor All-American.
Fue seleccionado en el draft de 1945, en la 63ª posición, séptima ronda, por los Philadelphia Eagles. Pero nunca llegó a jugar con ellos.
Su oportunidad llegaría para la temporada de 1947, donde recaló en los Pittsburgh Steelers, entrenados por Jock Sutherland, que lo usó de todas las maneras posibles. Como Quarterback, HalfBack, Kicker, etc. En aquellos años, los jugadores de football hacían de todo, y “Gonzie” era realmente bueno en varias facetas del juego.
Ellos no lo sabían, pero estaban haciendo historia para los Steelers. La temporada de 1947 es considerada la mejor de la historia de la franquicia antes de la era de Chuck Noll.
Empataron con los Philadelphia Eagles en la primera posición de la Division Este, con un récord de 8-4, que los convirtió en el primer equipo de la historia de la franquicia en jugar un partido de playoffs. Hubo que esperar a 1972 para volver a saborear algo parecido.
En 1948, unas molestias en la rodilla, y el deseo de pasar más tiempo con la familia, hicieron que Gonzalo se retirase a su San Franscisco natal, a dedicarse al negocio de las flores.
En 1950 comenzó una carrera como oficial de policía de San Francisco y tras su retiro, como oficial de seguridad en la Corte Federal de Apelaciones.
Gonzalo Morales, jugador de los míticos Steelers de 1947, nos dejaría en 2002, tras ser incluido en el salón de la fama de Mission High y St. Mary’s.
Pero antes de su fallecimiento, en 2001, tuvo ocasión de volver a pisar el césped en el estadio de los Pittsburgh Steelers. Sería en el Heinz Field, en lugar del Forbes Field. En un sentido homenaje de la franquicia a su primer equipo de playoffs, al que acudieron los catorce supervivientes, y donde fueron aclamados por la Steelers Nation en el descanso.
Un visiblemente emocionado Gonzalo, nos dejó estas palabras: “De vez en cuando, alguien se quedaba corto, y el señor Rooney (Art) le daba dinero por adelantado”, ”Me gustaba correr más que nada, pero todos hicimos muchas cosas diferentes esos días, no creo que los jugadores de ahora pudieran hacerlo, jugar en ambos sentidos, y ni siquiera teníamos máscara, llegaron un par de años después, nunca se nos ocurrió usarlas”
“Podría haber logrado mucho más, nunca aproveché muchas oportunidades, pero… ¡qué vida he tenido!”
En el Museo del Hall of Fame, de Canton, hay una lista con los primeros jugadores hispanos de la NFL. Y Gonzalo está entre los primeros diez de dicha lista. Una lista que encabeza “Lou” Molinet, y en la que le siguen los hermanos Rodriguez. Todos ellos, de padres españoles, como los madrileños padres de Gonzalo Morales, el primer jugador hispano de la historia de los Pittsburgh Steelers.