Saludos, amig@s de la cortina de acero, su podcast (y mucho más) de Steelers en castellano, soy MarcoSteelers (@puno_acero en Twitter), desde el Norte de España para la mejor afición, en la mejor liga del mundo, la NFL.
Lo primero, felices fiestas navideñas y como no, feliz salida del año 2022 y entrada del nuevo año 2023, lo segundo les ofrezco mis disculpas a ustedes y a mis compañeros de la cortina de acero ante mi incumplimiento hacia ellos por el compromiso con las crónicas del equipo este año, la verdad es que está siendo un año complicado en muchos aspectos tanto laborales como personales, pero esa es otra historia, mi historia.
La pregunta de rigor es la misma de siempre “¿cómo les va?” mi respuesta, “espero y deseo que bien”, dicho esto, hoy no vengo a contarles una crónica, si no una o varias opiniones y entre ellas, alguna del partido pasado y del partido futuro que nos llevará a Maryland (Baltimore) a jugarnos honrosamente el privilegio de seguir pudiendo tener posibilidades de acceder al lejano horizonte más allá de diciembre, ya en enero, el de los Playoffs.
Como ustedes sabrán y reconocerán, la cosa está harto complicada porque además de ganar a Ravens y Browns, tienen que darse una serie de carambolas al igual que pasó el año pasado, pero que, como el año pasado, quizás todo puede ser improbable, pero nada es imposible.
Esto llegaría a este punto, el de imposible, si los Miami Dolphins ganan a New England el domingo (ya que para que las carambolas se den los de Florida deben perder sus dos encuentros que les quedan), y de ahí, que no entienda el porqué del flex en prime time del domingo (ya saben que nos cambiaron el horario), creo que nos perjudica más allá de que a Mike Tomlin le encante la idea de que “cuando te cambian es porque interesas”…, qué quieren que les diga, Miami jugará a las 7 de la tarde y si gana, la moral del equipo se verá afectada en gran medida ya que ya se sabrán eliminados, lo cual es muy probable que suceda por uno o por otro motivo en las dos semanas que quedan, pero en mi opinión, no jugar todos los implicados en el mismo horario desvirtúa la competición, ¿será que Roger Goodell sabe algo?
Dejando de lado el horario, es hora de hablar y alabar a Franco Harris, nuestro eterno embajador, nuestro sempiterno héroe, nuestro inmaculado número #32, dedicado y delicado anfitrión tanto para veteranos como novatos, amante de la ciudad de Pittsburgh y de la música jazz, la sonrisa y la cortesía de la franquicia de los Pittsburgh Steelers, aquel, por el que Troy Polamalu ofrecía su escudo y su sentimiento de lo que es ser un Steeler en el día de su incursión en el salón de la fama, todo ello aunado a una desgarbada figura que en un pasado reciente cual soldado a la carga, entre el fuego enemigo, que diría mi amigo Raúl Cancio, recorría trincheras rivales con decisión, atacando el gap, sin recrearse como se hace hoy en día en bailes de salón frente a líneas rivales y secundarias que apuran tiempos y espacios en defensas zonales, no, lo hacía como se fajaban antes y donde una vez rotas las líneas enemigas, él, nuestro Franco Dok Harris, era simplemente imparable, solo su humildad rivalizaba con la grandeza alcanzada, te fuiste sin hacer ruido con la llegada del invierno y dejaste el camino trazado en la nieve de Pittsburgh para ser el ejemplo a seguir, la meta a alcanzar, tanto profesional como personal y por todo ello permanecerás perenne en nuestras memorias generación tras generación.
La realidad es que nace en uno un sentimiento de empatía ya que no lo vi jugar en directo, solo los videos a los que hoy en día todos podemos acceder, donde no se perciben la velocidad ni destreza real de Franco, solo por sus estadísticas, la lectura, documentales y relatos de las personas que lo vieron jugar podemos hacernos una ligera idea de que impacto tuvo como jugador, los resultados más allá de la jugada icónica de la inmaculada recepción están ahí al alcance de todos, tanto a nivel personal como jugador, como a nivel colectivo en los Steelers de la década dorada y esto no es una opinión, es un hecho.
Como lo es el dato de que está siendo un año duro en Pittsburgh, mucha gente vinculada a la franquicia nos dejó este año, además del propio Harris y el malogrado Dwayne Haskins en preseason, nos deja John J. Rooney, tío del actual dueño de los Steelers y uno de los hermanos gemelos de los 5 hijos que tuvo Art Rooney el fundador de la franquicia, abuelo del actual owner, y si no lo creen echen una lectura a la lista del obituario:
Don Sutherin (Denfensive back y punter que jugó dos años en Pittsburgh)
Jack Morris (otro back defensivo que jugó un año)
George Izo (Qb. que jugó en 1966 para los Steelers)
Alvin Maxson (Running back, compañero de Harris en 1977)
Charles Everett Jonshon (receptor en Pittsburgh de 1994 a 1998)
Jack Deloplaine (otro running back compañero de Franco Harris de 1976 a 1978)
Len Dawson (quarterback de los Steelers del 1957 al 1959)
Jim Sweeney (OT de los Steelers de 1996 a 1999)
Ken Kortas (tackle defensivo en Pittsburgh de 1965 al 1968)
Lo dicho, una triste y larga lista a la que se une nuestro tercer jugador llegado al olimpo.
Que mejor manera de agradecer y ofrecer un buen tributo del equipo a todos ellos, que la victoria del pasado Sábado ante los Las Vegas Raiders, sí, lo que ya todos ustedes conocen, donde, ante un tiempo inclemente llegando a los 25 grados bajo cero, predominaron las defensas sobre los ataques, donde se dieron varias casualidades históricas que en el futuro serán relato de tantas otras historias, como el resultado final 13-10 al igual que hace 50 años, como los 10 puntos anotados por Pittsburgh en el último cuarto al igual que hace 50 años, como acabar en la yarda 32 el partido lanzando la jugada en el segundo 32, como la llamada del Qb Sneak de Kenny Pickett gritando Franco, Franco antes de proceder, y otras muchas que seguro se darán…
La realidad es que estuvimos más metidos que ellos en el partido en el momento oportuno, un ataque que no tuvo su mejor día, obtuvo el fruto de una buena actuación de la línea y dejó lo mejor para el último drive ofensivo del partido donde Kenny brilló en su ejecución y elección de jugadas dentro de un paquete de jugadas NO HUDDLE, que se entrena sí o sí, bien por el rookie pese a la intercepción, tirón de orejas a Boswell que lleva un año complicado al igual que el año de su anterior firma de contrato, pero nos ha dado tanto tantas veces, que aunque falle como falló y nos quitó en parte la victoria el día de Ravens, junto a las intercepciones de aquel día, se le perdona(pero que no pase más).
La defensa, que defensa, no solo ejecutaron de maravilla en las tres partes del campo si no que dejaron en números ridículos tanto a Derek Carr, como a Josh Jacobs (el mejor running back de la liga en yardas conseguidas por partido con más de 100), como al WR1 Davante Adams, 3 sacks, 3 intercepciones, en fin, monstruosa y artífice de la victoria sin duda alguna, junto al último drive ofensivo del equipo.
Y monstruosa es como, en mi opinión, Mike Tomlin está preparando su jugada maestra en los dos enfrentamientos que nos quedan en el final de la regular season para al menos llevarse la honrilla de continuar con su currículum de HC invicto, todo ello, ante dos equipos que ofensivamente utilizan sus backfields para ganar, los Ravens y los Browns.
Y digo esto porque creo que es de mérito resaltar lo que esta defensa de los Steelers ha crecido contra la carrera, a excepción de precisamente el día que jugamos contra Ravens en Pittsburgh, y de cuya experiencia habrán aprendido tanto los coordinadores, como los jugadores, como el mismo Tomlin, quien tiene un amplio catálogo de bailes con su compañero de profesión John Harbaugh, su récord entre ambos si no me falla la memoria, está empatado a 16 victorias por cada lado, buen momento para desempatar de nuevo y seguir creciendo, total, ellos ya están en playoffs, aunque créanme que la rivalidad puede más y si uno echa un vistazo al playbook de los Ravens aunque sabes que te van a correr, no solo es complicado si no que es muy difícil saber por dónde te van a salir ya que, además de los conceptos habitualmente comunes a la carrera, los de Baltimore tienen su propio estilo formado a base de un Qb que tiene buenas piernas como principal arma, una OL y defensas poderosísimas y un perímetro que a la que te descuidas te hacen un hijo de madera, y si no que se lo pregunten a Trubisky…
Muchas cuestiones pueden ser resueltas este domingo por la noche, madrugada del lunes para nosotros aquí en España, ¿será el día del final de récord de Tomlin? Ojalá que no ¿Será el día de la venganza de Kenny ante Patrick Queen y Roquan Smith? Que así sea
Si quieren alguna clave del partido no dejen de seguirnos en las plataformas habituales donde encontrarán el podcast original, la opinión de Wane, Pan y circo y demás contenido creado por una gente totalmente desinteresada que ama los colores ORO Y NEGRO.
Por último, les copio y pego las claves que di en la crónica del anterior partido (permítanme la licencia), donde escribí solo mi opinión, la cual, tras lo visto hasta hoy y la progresión del equipo desde la semana de bye, con sus 5 victorias y dos derrotas, le hace pensar a uno que los Steelers estas dos semanas que nos quedan, además de contra los rivales lo hacen…contra sí mismos.
Claves:
-Mantener dentro del pocket al Qb que juegue, obligándolo a lanzar desde el mismo, para lo cual la presión ejercida por los OLB será determinante, además de la imprescindible labor de los linebackers internos en especial Myles Jack (duda para este partido) y Spillane que ha mejorada en sus dos últimos encuentros.
-A su vez, mantener la defensa contra la carrera como se ha venido haciendo en estas semanas, si algo sabemos es que los Ravens vienen usando un libro de jugadas donde el apoyo de linieros en los bloqueos por delante del corredor sea quien sea, Baltimore es la 3er mejor equipo corriendo con un backfield aseado (pese a las lesiones cuenta con jugadores como J.K. Dobbins, Edwards…) y sobre todo con un playbook adaptado a sus QBs móviles, juegue quién juegue
– Tratar de establecer el juego de carrera ante la segunda mejor defensa contra la misma, pero ya sabemos que los juegos divisionales son otro mundo, el comité entre nuestros corredores ha estado dando sus frutos, sigamos…
-No cometer errores tanto de penalizaciones que nos lastren, como de INTERCEPCIONES por parte del rookie, como de fumbles, ya que en este apartado los Ravens son cuartos en la liga y en el de equipos especiales, no solo suman al para mí mejor kicker de la liga, sino que los Ravens están octavos en la liga en dicho apartado.
-La marca a Mark Andrews (TE), máximo receptor y exponente aéreo de los Ravens, quién todavía ocupa el 2º lugar entre los TEs en yardas por recepción, recepciones y recepciones de touchdown de la liga. En su último juego contra Pittsburgh, Andrews tuvo ocho recepciones para 85 yardas y siempre ha resultado un incordio en el underneath sacando de apuros a los de Maryland en terceras oportunidades.
– En ataque necesitamos la mejor versión de Diontae Johnson y George Pickens, la seguridad de Pat Freiermuth, al Najee más intrusivo posible y que la OL no permita que alcancen a Kenny, porque será un partido físico o así al menos lo auguran las estadísticas (Ravens 5os. en Sacks o capturas al QB) y la historia que nos ha bla de un duelo de alta rivalidad, al menos en el campo.
Here we go Steelers.
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