Antes de comenzar el relato fantástico que se detalla a continuación, hacer notar al ávido lector que todo lo expuesto en el mismo no es más que un intento de tratar sacar una sonrisa al propio lector, que todas las opiniones vertidas, de nuevo, son con motivo de intentar implementar una obra maestra de forma metafórica a un contexto como el de la NFL y más concretamente el de nuestros Pittsburgh Steelers, de forma totalmente surrealista debido a los delirios de mí persona, que los Steelers y Sir Charles Dickens me perdonen…
Discurría el día como uno más en la fría tarde del 22 de diciembre de 2023, en su oficina de la avenida Art Rooney número 100, después del entreno víspera del partido, *Mike «El roñoso» Tomlin revisaba los videos de partidos anteriores con una sensación de hastío, mezcla, tanto de las pitanzas de las fechas navideñas (ampliamente marcadas en rojo, por conmemorar el inicio de una hegemonía dinástica, para la franquicia del acero), como de la desazón de los resultados obtenidos en las 3 últimas jornadas y que se reflejaban en «Roñy»(término que se acuñó por la mezcla entre el apellido Rooney y la roñería de su HC) como un incipiente dolor estomacal que ni el alkaseltzer era capaz de mitigar…
-«El invierno es mí estación preferida del año, es la época del football, pero odio estos festejos navideños dónde todos los Staff técnicos se reúnen fingiendo paz, felicidad y armonía, mimimimi, como si a los que les va mal les fuera a ir mejor, les hacía trabajar el doble en estas fechas, maldita sea yo acabo de despedir al inútil que promoví y este dolor de estómago no se me quita, maldita navidad»…
Y es que en parte, eran fechas para evaluar el momento del año y tomar decisiones ante el inminente final de temporada, pero a Roñy, le gustaban aún menos los cambios que la Navidad, solo tenía una razón, su razón, nadie ni nada lo cambiarían, para algo era el Head Coach con mejor récord «no negativo» en temporada regular en activo, solo estaba teniendo mala suerte con las lesiones y oye, no estaban tan mal… «Odio la Navidad» se repetía como un mantra en su cabeza…mientras sus ojos, esos dilatados ojos airados se cerraban inmersos en una mezcla de cansancio, aburrimiento y porque no, sueño…. de repente un sonido familiar lo sacó de su ensoñación..
-!Hola Mike! ¿Te has enterado?
Mike ojiplático no podía creerlo, – pero ¿qué haces aquí? dijo Mike desperezándose del impacto… ¿Matt?
Parece que la ensoñación había durado más de la cuenta, la noche era cerrada ya en el North shore de Pittsburgh, y ante sí, se paseaba por la oficina arrastrando… ¿unas cadenas? Matt Canada… Mike, un tanto agitado comenzó a sudar al no entender nada de la situación…
-Qué demonios…
– “Calla y presta atención” le adelantó Matt, «mira como me veo por actuar como tú y cerrarme en mis creencias siendo un soberbio capaz de repetir las misma jugadas 3 snaps consecutivos en todos los partidos, tendrás 3 visitas esta noche»…
-«¿3 visitas? ¿estas delirando? mañana jugamos, imposible, debo irme a casa» dijo Mike
-«las cosas no pueden seguir así, has de cambiar tú actitud, estamos en fechas señaladas y los Yinzers perdonan, pero no olvidan, tienes el agua al cuello Mike, te arriesgas a seguir mí destino si sigues con la misma»
-«Paparruchas, imposible» dijo Mike agradeciendo la visita y sacando a empellones a Matt de la sala diciéndole:
-«el único cambio que debo hacer ya está hecho… y engrasa esas cadenas que vas haciendo un ruido del demonio, normal que no corriéramos contigo, arrastrado».
Roñy cerró la puerta tras de sí, apretó los parpados y los labios, preguntándose que sentido tenían las cadenas y si aún estaba dormido, se giró y sin saber cómo, se dio de bruces con Mitch Trubisky.
-«Joder Mitch, que susto, ¿De dónde sales tú? ¿Qué quieres a estas horas?
-«Nada coach, tenemos que hablar del equipo, han sido 3 semanas duras, pero sabe qué, tengo la solución, solo tenemos que repasar un video que traigo, es importante para el futuro, aunque sea del pasado».
– «¿En serio? ¿no será un video tuyo jugando en los Chicago Bears?» le espetó Roñy..
– «Muy agudo Coach, pero no, es un video que estoy seguro le animará».
Y así trascurrió una hora de video resumen en Maizón (canal del gamepass) de la SB XLIII y la SB XLV, previamente spoileadas como es costumbre en la página principal de la compañía.
-«¿Animarme dices? los yinzers creen que el equipo era de Mandíbula Cowher y la otra.., la otra SB la perdimos por culpa de Mendenhall, nunca por mí…».
-A ver Coach, fueron tiempos felices, creo que aquí comenzó su idilio con la franquicia, dicen que no hay que anclarse al pasado pero en realidad es a lo malo, mirar al pasado sirve para aprender de eso mismo y disfrutar de lo bueno, ya sé, ¿recuerda las 3B? es bueno recordar de dónde venimos para ver hacia donde vamos, tengo otro video que…
– ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos dices? maldita sea, venimos de perder contigo y vamos a hacer lo que sea por mantener, al menos, mi récord no negativo, ¿quién eres ahora? ¿Spielberg? fuera de aquí inútil que me estás costando una úlcera…
Y así, Roñy, sacó de su oficina al visitante, no sin antes ver de soslayo el último trofeo Lombardi conseguido por la franquicia expuesto en una fotografía de él junto a su ex quarterback firmada al pie «para mí gran amigo con cariño, BEN», algo que consiguió sacar un suspiro de su boca.
-«Tiempos pasados, no anclarse…paparruchas, ahora querrán que ponga a… ¿cómo se llamaba? …»
Roñy decidió que era muy tarde y que se marchaba a casa, salió a coger su vieja camioneta Ford, le costaba arrancar, pero era fiel y nunca le dejaba tirado, o al menos eso decía uno de los más listos del taller, un tal Cata, aunque aquel maldito jefe de taller, su jefe, siempre rompiera algo antes de arreglarla para que tuviera que volver, curioso, algo así… como su filosofía con la franquicia…se sentó en el asiento del conductor y cuando fue a poner las llaves en el contacto un movimiento llamó su atención…
-«Hola Coach, soy yo, Mason, ya sabe el que está por aquí desde 2018 ¿qué tal la navidad? ¿sabe que deja la furgoneta abierta? tenga cuidado cada vez hay más «playbookthieves».
-«¡¡Me cagoento!! ¡pero qué susto ¿habéis decidido matarme entre todos hoy?!.
-«Lo siento Coach, es que verá como sabrá… es Navidad y bueno pues como usted sabe… la cosa no pinta bien… y claro en unas fechas tan señaladas…y yo me he portado bien…y he practicado.. y he estado en silencio… y viendo cómo vamos… y que hay otros equipos felices con sus QBs suplentes jugando…y como juegan… Giants, Bengals, Browns, Colts… había pensado que quizás yo…porque claro Kenny es buen chico pero lesionado… no sé… igual si usted pudiera…».
-«Espera, espera, espera… ¿quién decías que eras? a tí ya te he visto jugar ¿cuánto? ¿16 partidos en 5 temporadas? ya te recuerdo eres el del casco ¿tú cuánto cobras chaval? ¿crees que vamos a pagar por Mitch la pasta que pagamos, aunque sea manco y dejarte jugar? Ya lo dijo Randy Fitchner cuando pagas a un Qb lo pones y punto.
-«Pero Coach es Navidad, solo una vez, todos tienen oportunidades, le prometo que no me interceptarán»
-«Vamos a ver hijo, el standard es el standard, aunque te pegaran con el casco, hablaste sucio y lo sabes, nunca perdono y menos cuando se me habla de festejos y fechas entrañables, odio la navidad, ¿quién te crees que eres? ¿ el reno Rudolph? fuera de la camioneta y estudia algo, aunque sea para que saquemos algo de provecho de ti…
-Porfa Coach, solo le pido una oportunidad peor que Mitch no lo voy a hacer…
-En eso tienes razón… pensó Mike… bueno bájate y sigue entrenando ya veremos…
Y así Roñy despidió a su segundo visitante, no sin antes ver un brillo colorado en la nariz de Rudolph, que se marchaba corriendo mientras lanzaba un ovoide al aire y lo recogía el mismo gritando… pase a la slant de Rudolph… siiii…. Touchdown de Pickens.
Mientras llegaba a casa, a Roñy algo iba dándole vueltas en la cabeza.
-«Maldito crío… pues no tengo bastante con aguantar impertérrito y con cara de pocos amigos en las ruedas de prensa para explicar las derrotas y responder a preguntas técnicas con Tomlinismos (menos mal que los tengo amaestrados) como para que me venga con paparruchas del presente en la NFL con tanto Qb lesionado, como si yo no lo viera o sufriera y encima esta maldita Navidad… la maldita úlcera no me deja en paz… y mañana tenemos partido a vida o muerte frente a Cincinnati… paparruchas».
Y así, maldiciendo, cansado y hasta un poco desesperado por la presión, nuestro personaje llegaba a su casa, se bajó de la furgoneta, y se encaminó por el jardín dónde unos niños cantaban a viva voz villancicos navideños frente a su casa, ah no, esto sí que no, era lo que le faltaba un coro para acabar el día, ¡¡QUE MAÑANA HAY PARTIDO!!, impensable, inadmisible, ni Navidad ni leñes…
-«TODO EL MUNDO FUE…» la voz de Roñy murió en el agudo aullido del silencio…
Ante él se vislumbraba un coro navideño no tan infantil como pensara en un comienzo, su boca entreabierta estaba seca, sus ojos ya no tenían espacio entre sus cuencas, el sudor le corría por su frente como carreras de galgos y solo acertó a balbucear:
-«¿qué, qué, qué hacéis aquí?
-Ah hola, Coach Feliz Navidad, ya tiene su regalo en el calcetín de la chimenea, le contestó el director del coro.
-Pero qué cojo..pero Kenny ¿estás loco? ¿qué haces aquí con estos…? no puede ser…
Formado por cuatro tenores y un director, el coro estaba formado por Josh McDaniels, Brandon Stanley, Frank Reich y Bill Bellichick y al mando del mismo Kenny Pickett, quien agitaba una terrible towel al ritmo del villancico «Little drummer boy», todos cantaban a grito pelado mientras reían a carcajadas…
-«Esto no puede ser me estoy volviendo loco».
Roñy echó a correr, sacó las llaves, se le cayeron, las recogió nervioso y consiguió abrir la puerta, mientras Kenny agitaba su toalla gritando «tiene su regalo en el calcetín, tranquilo, estoy bien coach y ¿usted? feliz navidad coach».
Tomlin cerró la puerta tras de sí, aún podía oírlos reír, miró hacia la chimenea, el calcetín estaba lleno, corrió hacia él, lo abrió, dentro había una carpeta y un periódico, en la carpeta había un contrato firmado y un cheque, no entendía nada, apartó la carpeta, en la portada del periódico en mayúsculas se podía leer FIRED y su cara llena de lágrimas debajo, mientras la crónica relataba la derrota de los Steelers del día anterior frente a Bengals por 16-35 con 3 intercepciones de Mitch Trubisky, volvió a mirar hacia la ventana y allí estaba todo el coro riéndose a carcajadas…gritando …”cuando las barbas de tú vecino veas cortar pon las tuyas a remojar”…
-«No, no puede ser, ¿Qué he hecho? no, no, no, noooooooo… gritó desconsolado mientras caía y caía y caía, ya no había suelo…
Como naufrago en tormenta en su primera bocanada de aire, despertó sobresaltado, atribulado, con la boca seca y empapado, sentado en su sillón en la oficina de la avenida Art Rooney número 100, miró su reloj, miró el móvil aun era 22 de diciembre y comprendió que todo había sido un sueño, un mal sueño, toda su frustración y desesperanza acababan de desaparecer…menos mal… todavía estaba a tiempo de conseguir dar la vuelta a la situación…había visto el pasado, el presente y el futuro, nunca más dudaría, nunca más trabajaría solo, nunca más antepondría su ego a los festejos, a la tradición, al standard…ya creía en la Navidad, era hora de sacudirse la roña y descubrir el acero que había debajo, cogió su móvil y mandó un wasap a Mason, «chico mañana eres el titular, feliz navidad»…el resto es historia…o no, veremos…
*El termino roñoso designando a Mike Tomlin, a quién admiro, lo uso por ser un sinónimo de avaro, tiene que ver con la oxidación del acero y por ser el protagonista de la obra al igual que Scrooge (termino en ingles sinónimo de avaro y misántropo) es el personaje principal de la obra de Dickens, de nuevo, ofrezco mis disculpas a ambos y a quién pudiera ofender.
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