Tras la dolorosa derrota en la ronda divisional de los Green Bay Packers ante los San Francisco 49ers, Rodgers dejó claro que su próximo equipo no será uno que comience de nuevo.
«No quiero ser parte de una reconstrucción si voy a seguir jugando», dijo Rodgers.
Se refería a quedarse con los Packers y la cantidad de agentes libres que el equipo de Wisconsin tiene que renovar esta offseason. Esa frase puede significar que está considerando, esta vez sí, irse… o retirarse.
Según todos los expertos y las casas de apuestas, Pittsburgh es uno de los destinos más propicios para Aaron Rodgers.
La franquicia está en medio de una reconstrucción, pero tal vez no tan drástica como muchas otras, porque realmente el mayor agujero es precisamente en la posición que Rodgers ocuparía.
Sin duda hay feeling. Me vienen a la cabeza las imágenes de Rodgers y Tomlin mirándose con sonrisas de complicidad a principios de esta temporada. En palabras de Rodgers, en su visita al programa de los Manning: “Amo a Mike Tomlin, ha estado ahí por mucho tiempo, jugamos contra él en el Super Bowl. Le tengo mucho respeto”.
Los Steelers necesitan cubrir muchas posiciones en defensa, dónde esperan que Stephon Tuitt y Tyson Alualu estén disponibles la próxima temporada. Además, se prevé la renovación de Minkah Fitzpatrick, Terrell Edmunds y Witherspoon. En cuanto al ataque, se podría estudiar la continuidad de Juju, y por descontado, hay que seguir con la demolición y reconstrucción de la línea ofensiva.
Hay huecos sí, pero deberían ser cubiertos en el draft y por supuesto, con el “efecto llamada” a los agentes libres, que podrían compartir vestuario con Aaron Rodgers y TJ Watt. Esas figuras pueden atraer a muchos grandes veteranos que busquen el anillo en los estertores de su carrera. Es un factor que ya se demostró con la llegada de Brady a Tampa.
Pero antes de lanzar las campanas al vuelo, hay un tema importante, que es el económico. Para ello, he pedido ayuda a nuestro experto de Cortina de Acero en estas lides, Don F. Alejandro Aldave:
Con la subida proyectada de cap para la temporada 2022 hasta los 208,2 millones de dólares, Steelers se encontraría la próxima temporada con casi 43 millones de dólares disponibles, mientras que el contrato de Aaron Rodgers tiene un impacto salarial para Green Bay de 46 millones de dólares. La buena noticia es que, de esos 46 millones de dólares, algo más de 19 millones son bonos por firmar prorrateados, por lo que su traspaso únicamente ocuparía 27 millones para Pittsburgh, dejándoles con casi 16 millones de dólares para renovar a jugadores y fichar nuevos integrantes del equipo. Este importe es la mayor cantidad de espacio salarial que el equipo tiene disponible desde hace muchos años.
Steelers, además de la renovación de Minkah Fiztpatrick tiene varios huecos que rellenar, bien renovando a jugadores como Terrell Edmunds, Ahkello Whiterspoon o Montravius Adams, o bien buceando en la agencia libre. Con 16 millones disponible más el hueco que se puede hacer con reestructuración o extensión de jugadores como Cam Heyward, TJ Watt o el propio Aaron Rodgers el equipo podría cubrir perfectamente esas posiciones.
Según nos cuenta Alejandro, no sería tarea imposible. Rodgers cumplirá 39 años en diciembre de 2022. Dada su actuación este año, no tengo dudas de que aún puede jugar a un nivel sumamente alto durante al menos un par de temporadas más.
Rodgers lanzó para 4,115 yardas, 37 touchdowns y 4 intercepciones. También corrió para 3 touchdowns. NIVEL MVP.
Existe una gran división de opiniones entre los que quieren un QB novato, al que rodear poco a poco y sin prisas para que sea el próximo QB franquicia durante lustros, y los que quieren ganar cuanto antes mejor y pensar en el futuro más adelante, con un QB como, por ejemplo, Aaron Rodgers. ¿En qué lado estás?
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