Más allá del entrenar a uno de esos equipos de futbol que puede comprar a los mejores futbolistas del mundo para inflar de talento sus plantillas, no hay en el mundo trabajo más sencillo que representar a T.J. Watt. El linebacker de los Pittsburgh Steelers apunta a volver a cobrar a lo grande previo al inicio de la temporada 2025… y lo merece.
A pesar de un año por debajo de sus estándares – al menos en cuanto a capturas se refiere -, el estelar producto de Wisconsin sigue siendo un problema para las ofensivas rivales y, quizá, el mejor jugador de los Acereros. Tanto así que Omar Khan se ha expresado sin inconveniente sobre el deseo de que termine su carrera en donde la inició, comparándolo con leyendas de la estatura de Hines Ward y Troy Polamalu.
Sin embargo, se ha oído poco sobre la eventual renovación y ello indica que el precio sigue subiendo. Sabemos cómo funciona la NFL, mientras más demoras en firmar a tus estrellas, mayor el costo de hacerlo, pues otros en la posición estampan su firma y elevan las cantidades. En semanas recientes referentes de la defensa como Myles Garrett (que dejó de lado el sueño de un canje cuando vio apilados los millones de dólares), Maxx Crosby y el propio Danielle Hunter acordaron con sus respectivas instituciones; los tres cobrarían más que Watt de acuerdo al promedio anual.
Situación que ciertamente cambiará pronto, o no tanto. Vale la pena recordar que los Steelers tienen una política impuesta por ellos mismos de acuerdo a la cual no se negocian contratos una vez arranca la campaña. La última vez que el otrora Jugador Defensivo del Año y los aurinegros se sentaron a la mesa de negociaciones fue en 2021, llegando a una resolución tres días antes de que los Acereros sorprendieran a los Bills de visita. Aquella fue la mágica temporada de las 22.5 capturas para Watt.
Según indicaron los reportes de entonces, el apoyador, cansado de no llegar a puerto y de mantenerse al margen de sus compañeros en los entrenamientos, irrumpió en la oficina donde estaban a la mesa Art Rooney II y su agente para cerrar el trato. En su momento Watt se convirtió en el defensivo mejor pagado de la liga; cuatro años y $112 millones de dólares, $80 millones de ellos garantizados.
Si alguna duda cabe sobre la alta estima en que el equipo tiene a quien fuera la selección global 30 en el draft de 2017, basta saber que su salario para 2021, 2022 y 2023 estaba garantizado, una costumbre que los Acereros no han adoptado prácticamente con nadie. Lógicamente, el hermano menor de la familia Watt, redituó a lo grande con enormes actuaciones cada domingo sobre los emparrillados de la NFL.
Pronto a cumplir los 31 de edad, el apoyador no sabe lo que es ganar en postemporada pero ha expresado su deseo de permanecer con la institución para ayudar a que ello cambie pronto. Después de la eliminación a manos de los Baltimore Ravens, se vio forzado a establecer sus intenciones ante los estúpidos que proponían un canje.
“Quiero ser un Pittsburgh Steeler”, dijo el hombre de las 108 capturas de por vida. “No quiero irme de aquí. Quiero ser parte de la solución. He puesto mucho de mi parte aquí. Quiero ayudar a Cam Heyward a llegar a donde tenemos que llegar. Quiero ser parte de la solución.
“No quiero dejar este lugar. Me encanta la gente que hay aquí. Y eso va más allá de los entrenadores. Es la afición. Es la gente, la comunidad. Y les debemos el hacerlo bien. Y quiero ser parte de la solución, no irme de aquí a otro sitio”, sentenció.
Esa buena voluntad deja ver su deseo de llegar a las instancias importantes, mismas que la franquicia ha dejado de pisar por espacio de una década. Lo anterior no significa la posibilidad de un descuento favorable al equipo; este sigue siendo un asqueroso negocio que castra el romanticismo. Además, los números, incluso considerando sus pobres estadísticas hacia finales de 2024 (se fue sin capturas en los últimos tres de la fase regular y básicamente desapareció en los playoffs ante Baltimore), lo respaldan. Fue octavo en llegadas al lanzallamas con 11.5 y primero en balones sueltos forzados con seis.
“No me preocupa la producción de T.J.”, dijo Mike Tomlin. “T.J. es un jugador importante. Pregúntenle a cualquiera que esté en nuestro equipo, o a cualquiera contra el que compita”.
El gerente general de la institución seis veces campeona del Super Bowl ciertamente ve la situación de manera similar al entrenador.
“T.J. es uno de esos tipos con legado”, mencionó Khan ante los medios en el combine. “Estuve cerca de Hines Ward y Troy Polamalu. Esos tipos jugaron toda su carrera aquí y eso es algo especial. Tengo la esperanza y la confianza de que T.J. será uno de ellos”.
Tomando en cuenta lo anterior, la negociación parecería un mero trámite que a ninguna de las partes le conviene seguir arrastrando, sobre todo si consideramos que un nuevo contrato para Watt le otorgaría mayor espacio contra el tope salarial a Pittsburgh de cara a la siguiente campaña. No obstante, el conjunto acerero y su dirigencia permanece a la espera de lo que diga y mande un Aaron Rodgers que llegaría con 41 años de edad y media pierna.
No podemos descartar la posibilidad de que Watt deseé un acuerdo por encima o similar al de Garrett – $40 millones de dólares anuales -, mismo que la franquicia no esté dispuesta a concederle. Si se saltó o no a su agente en 2021 queda de lado, al final de cuentas el representante del jugador debe hacer su chamba y sacarle el mayor jugo posible a las negociaciones, pues ello lo deja a él bien parado ante actuales y potenciales clientes.
En un escenario ideal, esto se resuelve previo al inicio del campamento de entrenamiento en Latrobe y le permite a Watt enfocarse de lleno en el trabajo; el panorama puede complicarse y el drama prolongarse hasta días antes de la temporada. De momento la ventaja es para el jugador.
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