Un símbolo acerero en el corazón del catolicismo
Los Pittsburgh Steelers tienen una de las aficiones más apasionadas del deporte mundial. Su icónica Terrible Towel ha viajado por todo el planeta, pero ahora ha alcanzado un lugar que nadie esperaba: la Ciudad del Vaticano. Durante la elección del nuevo Papa, una aficionada de los Steelers acudió con su toalla amarilla en busca de una bendición papal.
¿Quién es el nuevo Papa?
El Cardenal Robert Francis Prevost, nacido en Chicago (Illinois), ha sido elegido como nuevo pontífice con el nombre de Papa León XIV. Con 69 años, se convierte en el primer papa nacido en América del Norte. Aunque no hay confirmación oficial sobre su afición deportiva, creció en la misma ciudad que los Chicago Bears y pudo haber presenciado el campeonato de 1963.
León XIV se graduó en matemáticas por la Universidad de Villanova en 1977, una institución con tradición deportiva en la NCAA.
Una fan acerera en el Vaticano
La historia fue compartida por el periodista de CBS Tony Dokoupil, quien relató que una mujer de Pittsburgh llevó su Terrible Towel al Vaticano durante la elección papal. Su objetivo era claro: que su símbolo acerero recibiera la bendición del nuevo Papa.
“También hay objetos que la gente quiere que se bendigan”, explicó Dokoupil. “Incluso hay una mujer de Pittsburgh que tenía… la Terrible Towel”.
El momento captado en imagen
“Bless that Terrible Towel for us, Pope Leo XIV”, escribió Varley en la publicación.
La Terrible Towel, más allá del fútbol
Creada en 1975 por el mítico locutor Myron Cope, la Terrible Towel no es solo una toalla. Es un emblema, un grito de guerra y un talismán para toda una comunidad. Desde el Heinz Field hasta rincones remotos del planeta, los fans de los Steelers la ondean con orgullo.
Ya ha estado en montañas, playas, desiertos y ciudades lejanas. Pero su posible bendición en el Vaticano representa un nuevo hito: el símbolo acerero ha llegado al alma espiritual del mundo católico.
Conclusión: la fe y el fútbol, unidas por una toalla
Este curioso episodio demuestra que el amor por los Steelers no tiene fronteras. Ni siquiera el Vaticano se resiste al poder de la Terrible Towel. En un momento tan solemne como la elección de un nuevo Papa, una fan encontró el modo de conectar su fe espiritual con su fe acerera. Y lo hizo ondeando una toalla amarilla.