Najee Harris se despide de los Pittsburgh Steelers después de cuatro temporadas en las que dejó una marca imborrable en la ofensiva del equipo. Desde su selección en la primera ronda del Draft de 2021, Harris fue el corredor de referencia para la franquicia y un símbolo de la tenacidad de la Cortina de Acero.
Su llegada al equipo
Desde su llegada a la NFL, Harris demostró ser un corredor confiable y consistente. En su temporada de novato, acumuló 1,200 yardas por tierra y siete touchdowns, además de 74 recepciones para 467 yardas y tres anotaciones más. Su desempeño lo llevó a ser seleccionado al Pro Bowl, consolidándolo como una pieza clave en la ofensiva de los Steelers.
A lo largo de sus cuatro años en Pittsburgh, Harris mantuvo una producción constante, superando las 1,000 yardas terrestres en cada temporada. En total, registró 4,312 yardas por tierra y 28 touchdowns en 1,097 acarreos, con un promedio de 3.9 yardas por intento. Su impacto no se limitó al juego terrestre, ya que también contribuyó con 180 recepciones para 1,149 yardas y seis touchdowns por aire, demostrando su versatilidad en el esquema ofensivo del equipo.
En 2024, Harris volvió a superar la barrera de las 1,000 yardas con 1,043 en 263 acarreos, añadiendo seis touchdowns más a su cuenta personal. Sin embargo, la decisión de los Steelers de no ejercer la opción de quinto año en su contrato lo convirtió en agente libre. A pesar de su desempeño sólido y su liderazgo en el vestuario, la directiva optó por un nuevo rumbo en la posición de corredor, firmando a Kenneth Gainwell para la próxima temporada.
Su futuro
Najee Harris no tardó en encontrar un nuevo hogar en la NFL. Los Angeles Chargers apostaron por él con un contrato de un año y hasta 9.25 millones de dólares, en busca de revitalizar su juego terrestre bajo el mando de Jim Harbaugh. En un equipo que busca regresar a la élite de la AFC, Harris tendrá la oportunidad de demostrar que aún tiene mucho por ofrecer.
Para los Steelers y su afición, la partida de Harris representa el fin de una era. Su estilo de juego físico, su entrega en cada snap y su capacidad para sacar yardas de donde no las había lo convirtieron en un jugador querido en Pittsburgh. Desde sus carreras brutales contra defensas de élite hasta sus recepciones salvadoras en terceros intentos, Harris personificó la lucha y determinación que caracterizan a los Steelers.
El número 22 ya no vestirá los colores negro y dorado, pero su legado quedará en la memoria de la afición. Cada yarda peleada, cada touchdown celebrado y cada ovación en el Acrisure Stadium quedarán como testamento de su paso por Pittsburgh. La Cortina de Acero siempre recordará su entrega.
¡Gracias, Najee! Que esta nueva etapa te lleve a la grandeza, pero recuerda: una vez Steeler, siempre Steeler.
