El número 78 de nuestro equipo, el español, Alejandro Villanueva, siempre ha demostrado ser un hombre con mucha personalidad y con una gran capacidad moral.
En el partido del domingo todos los jugadores de los Steelers mostraron un nombre en la parte trasera de sus cascos, Antwon Rose Jr., otra víctima de la violencia policial que hay en Estados Unidos. Fue asesinado en Pittsburgh en 2018, el policía que le disparó fue declarado no culpable en marzo de 2019. Todos los jugadores, menos Alejandro Villanueva, que decidió mostrar otro nombre en su casco, el de Alwyn C. Cashe.

Para poder entender esta decisión tenemos que conocer un poco mejor la historia del soldado Villanueva. Alejandro Villanueva no solo es un jugador de fútbol americano, estudió en la universidad West Point. Estuvo jugando en Army, sin embargo, antes de buscar su oportunidad en la NFL, tuvo un parón de 5 años en su carrera deportiva. Le destinaron a Afganistán, concretamente a Kandahar. Fue desplegado en tres ocasiones, como él mismo ha contado varias veces, es una experiencia que le ha marcado la vida. Llegó como un niño (solo tenía 23 años) y volvió como un hombre. En su tiempo allí vivió experiencias que son difíciles de entender si no las has vivido nunca. Salvó a un compañero cuando sufrieron una emboscada, llevándole en sus brazos hasta el helicóptero, además de llevar a otro compañero hasta el helicóptero donde falleció en aquel momento. Gracias a esta acción y su tiempo en Afganistán, consiguió seis medallas del ejercito.

Su historia salió a la luz cuando en el partido contra los Chicago Bears en la ciudad de Chicago, fue el único jugador que salió a escuchar el himno nacional. Más tarde en rueda de prensa explicó y pidió perdón por lo sucedido. Su historia corrió como la pólvora de manera internacional. Esto le llevó a ser una de las camisetas mas vendidas de la NFL. Convirtiéndose así en uno de los jugadores mas queridos por la Steelers Nation y por muchos americanos que, finalmente, comprendieron los motivos por los cuales salía a escuchar el himno, no vinculados con temas raciales para él. Simplemente su corazón y su moral le impedía dar la espalda al himno y a la bandera que había defendido durante 5 años.

Todo esto nos lleva al partido del lunes, donde Villanueva mostró el nombre de Alwyn C. Cashe en su casco. Cashe era sargento mayor del ejercito de Estados Unidos, murió en Irak en 2005. Intentó salvar a varios compañeros que habían sido atacados a las afueras de Samarra con una bomba. Esta acción le produjo quemaduras muy graves que finalmente le produjeron la muerte tres semanas más tarde. Tenía 35 años y una hija de 12. Recibió la estrella de plata de forma póstuma. A día de hoy es candidato a recibir la medalla de honor de los Estados Unidos.
De conseguir que le concedan dicha condecoración, se convertirá en el primer soldado de raza negra en recibir la más alta condecoración del ejército, que honra a los que demuestran su valor en una acción militar.
Lo que nos queda claro de esta acción de Villanueva, es que él antes de ser jugador de fútbol americano es soldado. Siempre va a defender a su país y a su bandera. Obviamente siempre rigiéndose por su fuerte moralidad y justicia. El entrenador Mike Tomlin ya ha dejado claro en declaraciones que van a apoyarle: «Como organización y yo mismo como entrenador de la misma, vamos a apoyar a nuestros jugadores sin importar cómo elijan participar y expresarse, o no participar y no expresarse, siempre que lo hagan de forma considerada y con clase».