Nos dijeron que soñar era gratis.
Pero estaban equivocados: soñar podía ser más barato aún.
En 2024 un tipo con +$300M ganados a lo largo de su carrera, decidió cobrar únicamente $1.2M en un momento donde los mejores de la liga no bajan de $40M. ¿Tendría algo que ver la grandeza de los Steelers?
Wilson nos hace soñar como no hacíamos desde los tiempos de ‘Big Ben’. 10 victorias en 13 partidos. Las sensaciones de liderazgo que se ven en el campo, ya no las vemos solo en la banda o en la defensa. Ahora, el que ordena jugadas en el campo también mete miedo. “DangeRuss”. Atrás quedan los experimentos con Rudolph, Duck Hodges, Trubisky o Kenny Pickett.
Entrando a la jornada 15, Steelers tiene un récord de 4-0 contra equipos que están clasificados actualmente para Playoffs: Broncos, Chargers, Commanders, Ravens. Este equipo invita al optimismo. Toca soñar. Un vestuario en el que no existe la palabra ego, con un Mike Tomlin liderando y preparando a 53 soldados para la batalla final. Un vestuario en el que se han ido juntando todo tipo de personalidades, aptas para cualquier documental de Netflix. Jugadores de defensa que actúan como líderes en el equipo, jugadores que llevan años buscando la gloria absoluta de este deporte, como Heyward, TJ Watt o Fitzpatrick. También tenemos a jugadores que nadie quiso en sus equipos y recalaron aquí en busca de un último baile en la NFL, como Deshion Elliott, van Jefferson, Mike Williams o si, ¿por que no decirlo? Russell Wilson. Un vestuario en el que también hay hueco para jugadores con potencial que por asuntos ajenos a ellos no han podido brillar tanto como podrían, es el caso de Justin Fields, y oye, nunca se sabe si acabará siendo el QB de futuro de este equipo. No me puedo olvidar de los 2 rookies drafteados en 2a y 4a ronda: Frazier y McCormick respectivamente. Nos hacen soñar, como no soñábamos desde la época Pouncey & DeCastro. Y podría seguir así hasta mañana…y acabaríamos viendo a 53 soldados dispuestos a morir por este escudo.
Soñemos con algo más que una victoria en playoffs. Imaginad las terrible towel ondeando por toda la ciudad de New Orleans, donde por cierto, Steelers ya fue campeón el 12 de enero de 1975 en la Superbowl IX.
Soñemos con TJ Watt haciendo un sack decisivo en un 3rd down del último cuarto. Soñemos con otro 100% de Boswell chutando entre palos, donde solo entran los sueños de tipos que llevan toda una carrera entre los mejores de su posición, soñemos con una recepción mágica de Pickens porque a fin de cuentas todas las finales necesitan de fuegos artificiales. Pero sobre todo, soñemos con Wilson tomándose su propia venganza de aquella Superbowl maldita con los Seahawks, perdida en un último pase a la end zone. Russ, encuentra al receptor, lanza, haznos campeones.
Soñemos.
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