Faltaban un par de meses para la apertura del flamante nuevo estadio de football en Pittsburgh, y el equipo de Steelers TV, capitaneado por Rick Fairbend, comenzó a trabajar en los vídeos y canciones que se iban a reproducir en el Jumbotrón. Decenas de discos se amontonaron en sus oficinas y entre todo el equipo fueron seleccionando canciones, algunas populares entre los fans del equipo, otras eran clásicos que suenan en todos los estadios. Pero uno de los asistentes, Mike Marchinsky, estuvo escuchando un cd con los grandes éxitos de Styx, un grupo de rock que tuvo cierta notoriedad en los años 70, que no olvidemos, fue la época más exitosa del equipo. Y propuso el tema llamado “Renegade”, cuya letra trata los pensamientos hacia su madre de un preso que está a punto de ser ejecutado. La introducción de la canción, sin música, daba paso a un tema rockero, clásico y que seguro gustaría a los fans de la ciudad del acero. La letra, serviría de aviso a los equipos contrarios de la llegada de su “verdugo”, la defensa de Pittsburgh, en un claro afán de simbolizar el temor que deben sentir los rivales.
La idea de Marchinsky fue acogida con ciertas reticencias, y no fue hasta pasados varios meses que decidieron probarla durante un partido. En concreto, el 5 de enero de 2002 durante un partido de playoffs contra Cleveland Browns. El equipo se encaminaba hacía una derrota más que segura y muy dolorosa. Al empezar la segunda parte, los Browns ganaban por 24-7, y el ataque de Pittsburgh no había aparecido en todo el partido. En su siguiente ataque, tres y fuera, y tras el despeje, el equipo que controlaba el Jumbotrón tomó la decisión de reproducir Renegade durante el corte comercial. La letra empezó a sonar, triste y melancólica, como lo estaba toda la afición en el Heinz Field, e incluso estuvieron a punto de quitar la canción para no deprimir más al respetable. Pero no lo hicieron, y la música empezó a sonar en el estadio, y llegó a los corazones de los aficionados, que se levantaron de manera espontánea y en pleno para agitar sus toallas terribles y gritar todo lo que podían, para sorpresa de los jugadores locales, que se levantaron de su banco con cara de estupefacción, para unirse después a su público, levantando los brazos y haciendo que subieran los decibelios considerablemente. La defensa reaccionó, tenían que corresponder todo ese calor que les llegaba de las gradas, no podían fallar. Y el nerviosismo llegó al equipo contrario, que hasta ese momento controlaban el partido sin demasiadas complicaciones. La cara de quienes tenían enfrente había cambiado, y refulgían sus ojos, como el acero al salir del fuego. El balón se puso en juego y nada pudieron hacer contra su verdugo, la defensa de Steelers, que con su esfuerzo, animó también a la ofensiva, que apareció por fin para dar la vuelta al marcador a falta de un minuto para dejar el resultado en 33-36.
Desde aquella histórica remontada, la canción suena durante las segundas partes en el Heinz Field siempre que se necesita una gran jugada defensiva, y funciona. La pantalla se queda en negro y empieza a escucharse la letra, el estadio se pone en pie para comenzar una auténtica algarabía cuando comienza la música y es acompañada de un vídeo con las mejores jugadas defensivas del equipo. Los rivales ya saben lo que viene a continuación, y sienten miedo.
El creador de “Renegade”, Tommy Shaw, se mostró realmente emocionado por la repercusión que su canción tiene en el equipo de Pittsburgh, y el 11 de enero de 2009, tuvo ocasión de cantar el himno nacional y su tema Renegade, junto con su banda, en el Heinz Field, para deleite de todos los fans acereros.
Es sin duda un auténtico comodín que utiliza el equipo cuando más lo necesita, una llamada a la emoción a la que todos los fans acuden sin pensarlo, y que revive el espíritu de los jugadores y los lanza contra sus rivales con todo su corazón.